Notas y anotaciones en traducciones juradas

¿Nota o derrota del traductor?

Estás tranquilamente leyendo una novela y, de repente, ¡PUM!, encuentras un numerito pegado a la palabra que te redirige a la parte de abajo de la página.

¿Te ha pasado alguna vez? ¿Te ha sentado fatal tener que detener la lectura para leer esa nota? Sí, estoy hablando de las famosas «notas del traductor», también conocidas como «N. del T.». Las hay para todos los gustos, de todos los tamaños, formas y colores. Incluso de una página.

Notas y anotaciones en traducciones juradas

Como norma general (excluyendo la traducción jurada), si preguntas a cualquier traductor, te dirá que las notas hay que evitarlas a toda costa. Nuestro trabajo consiste en trasladar textos de un idioma a otro, de una cultura a otra. Consiste en transmitir lo mismo al lector del texto original que al lector del texto traducido. Si ponemos una nota al pie, no estaremos transmitiendo lo mismo, ya que hemos hecho que el lector deje el texto principal de lado por un momento para leer la nota.

Las notas del traductor pueden ser, por ejemplo, juegos de palabras o dobles sentidos en la lengua original a los que el profesional ha sido incapaz de encontrar solución. A los traductores nos gustan este tipo de retos y cuando encontramos una buena solución que resuelve el problema, no podemos sino sentirnos orgullosos del resultado. Por eso a veces las notas del traductor son derrotas del traductor. El traductor se rinde en su intento y recurre a la nota al pie, que debería ser en algunos casos el último recurso (y no el camino fácil y más rápido).

Aun así, hay clientes y editoriales que no permiten incluir notas al pie a los traductores y existen incluso tipos de traducción subordinada, como la audiovisual (doblaje, subtitulación y voz superpuesta), en los que es imposible incluir una nota.

Notas y anotaciones en traducciones juradas

La traducción jurada es un mundo en sí mismo. Si veníamos diciendo que era preferible evitar las notas a toda costa, aquí os diré que a veces son obligatorias. Distinguiremos primero entre nota y anotación. Por nota entendemos la nota al pie de página de la que estábamos hablando antes y por anotación, toda información que el traductor añade en el cuerpo del texto [entre corchetes y en cursiva].

Este tipo de información suele ser imprescindible, ya que tenemos que indicar todos los elementos que aparecen en el original (firmas, emblemas, sellos, timbres, información manuscrita ilegible…). Asimismo, las notas al pie suelen utilizarse en documentación académica en la que todavía no se ha llegado a un acuerdo de equivalencia.

Como veis, en traducción todo depende de muchos factores, pero sobre todo, depende del contexto.

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