«Una buena traducción es como un tanga: no debe notarse»

En general, el mundo de la traducción es bastante invisible y suele pasar desapercibido. Y no hablemos de la interpretación, esa gran desconocida para muchos. Los traductores reivindican visibilidad y reconocimiento por su trabajo, ya que casi nunca se nos nombra.

Por el contrario, si hemos traducido un texto que parece redactado en español y  no llama la atención, habremos conseguido uno de nuestros objetivos. El texto no suena a traducción. Una vez en una charla el traductor Xosé Castro dijo algo que se me quedó grabado: «Una buena traducción es como un tanga, no tiene que notarse». Y no puedo más que darle toda la razón.

 

«Una buena traducción es como un tanga: no debe notarse»

 

Sin embargo, no es del todo malo que la traducción, en cierto modo, pase desapercibida. Si te dedicas a la traducción, habrás escuchado en innumerables ocasiones eso de «este texto suena a traducción».

Si nos percatamos de que un texto no nos suena de forma natural en español, es debido a que probablemente se trate de una traducción (que puede que esté demasiado pegada al original).

¿Cuando lees un libro de un autor extranjero, te sueles fijar en el traductor? ¿Y cuando abres una aplicación en el móvil, sabes si se ha traducido el software? ¿Y cuando vas al cine a ver una película? Vivimos rodeados de traducciones y apenas somos conscientes. A medida que el mundo se globaliza e internacionaliza cada vez más, aumentan las traducciones.

Visibilidad en los medios

Como hemos visto, hay ocasiones en las que es mejor pasar desapercibido. Por el contrario, nuestro trabajo puede estar bien hecho y aun así llamar la atención.

La semana pasada, varios traductores se quejaron al programa Página Dos de RTVE porque no los mencionaban. Es un programa cultural sobre literatura tanto nacional como internacional. La polémica se presenta cuando los libros son de carácter internacional y el presentador no menciona al traductor que ha hecho posible que nosotros, como lectores españoles, podamos acceder a esa obra. No es la primera vez que el gremio se pone en contacto con el programa para que nombren a los traductores, pero a día de hoy todavía no han conseguido su objetivo.

 

«Una buena traducción es como un tanga: no debe notarse»

 

En respuesta a la petición han anunciado que incluirán el nombre de los traductores en redes sociales. Aun así, dicen que debido a los límites gráficos del programa televisivo sería imposible incluirlos en este formato. La mayoría de traductores sigue en desacuerdo y sigue intentando conseguir su objetivo. Los traductores literarios son también autores de la obra que traducen, según lo reconoce la Ley de Propiedad Intelectual. Esperamos que se nos reconozca pronto y que no se nos invisibilice en los medios de comunicación.

 

 

 

 

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